COMO REACCIONA NUESTRA PIEL A LOS TRATAMIENTOS ONCOLÓGICOS
14.11.18
Para empezar este post me gustaría contaros muy brevemente en que consiste un tratamiento oncológico, como por ejemplo la quimioterapia.
El objetivo de esta es destruir células tumorales, para ello se utilizan diferentes fármacos que llegan prácticamente a todo nuestro organismo, pero esto a su vez tiene una serie de efectos secundarios, que afecta a muchos órganos y entre ellos a nuestra piel, como pueden ser:
- Prurito en la piel (picor)
- Eritema (enrojecimiento)
- Sequedad y descamación
- Infecciones
- Dermatitis
- Manchas marrones en cara y cuerpo…
Una vez finalizado el tratamiento y siempre con el consentimiento de tu médico podrás acudir a un centro especializado para intentar mejorar el aspecto de tu piel.
Como ya dijimos anteriormente en otro post, nuestra piel es un órgano y tiene partes que son más sensibles, como puede ser nuestro rostro, por ello la higiene y cuidado tiene que ser diferente dependiendo de la zona a tratar y en este caso mucho más, porque toda nuestra piel ha sido sometida a un gran stress.
Una de las cosas más importantes es que antes de tocar nuestra piel las manos tienen que estar completamente desinfectadas porque todo nuestro organismo está expuesto a pequeños virus y bacterias que en un estado normal no nos harían nada, pero en este caso es mejor prevenir.
Cuidado facial:
Es fundamental que nuestra piel esté limpia, aunque no utilices maquillaje es bueno que limpies tu rostro para eliminar partículas que queden en la piel derivadas del ambiente, polución… en caso de utilizar maquillaje la higiene tiene que ser más cuidadosa, empezando siempre por un ojo y luego el otro (evitando así que alguna infección ocular pase de un ojo al otro) y luego el resto de la piel.
Para desmaquillarnos optaremos por cosméticos que sean específicos para piel sensible y la crema a elegir debe de tener un factor de protección 50 +, si por el contrario tu crema no lo tiene deberás de aplicarlo posteriormente.
Cuidado de nuestro cuerpo:
Utiliza jabón neutro y procura evitar el agua demasiado caliente. Lava tu cuerpo suavemente sin frotar demasiado y procura secarte dando pequeños toques puesto que la piel está mucho más sensible e incluso delicada.
Una vez finalizado el baño aplica crema hidratante a poder ser libre de perfumes y para piel sensible sin masajear demasiado.
Cuidado de manos y pies
Como ya os comenté la piel se reseca mucho después de un tratamiento oncológico llegando incluso a aparecer el síndrome palmo-plantar que se caracteriza por un resecamiento extremo de las palmas de las manos y plantas de los pies.
Es recomendable aplicar crema muy hidratante varias veces al día tanto en manos como en pies para evitar esa sensación tan desagradable de tirantez.
Durante este proceso nuestras uñas también se ven afectadas y en muchos casos se vuelven muy frágiles adquiriendo un tono oscuro, por lo que se recomienda no cortarlas si no limar suavemente y utilizar guantes de algodón para evitar rozaduras y que estas se resequen más.
Poco a poco nuestro cuerpo volverá a la normalidad y tenemos que tener paciencia e intentar ayudarlo en todo lo posible y lo fundamental es que ante cualquier duda acudamos a nuestro médico.