¿CÓMO EVITAR QUE SE DILATEN LOS POROS DE LA PIEL EN VERANO?
28.05.24
Uno de los factores que permiten que nuestra piel esté reluciente es que los poros estén libres de impurezas y que no se encuentren dilatados. Las zonas de nariz, pómulos y boca son las más afectadas y el calor y humedad que van de la mano del verano empeoran la situación, por lo que es vital cuidar nuestra piel para evitar la dilatación de los poros y así esta se vea radiante.
En este artículo te mostramos toda aquella información sobre los poros de la piel, sus funciones, qué factores provocan la dilatación de los mismos y algunos tips y consejos para evitar este aumento de tamaño y conseguir que nuestra piel se mantenga en perfecto estado.
Los poros es la parte de la piel conectada con el exterior, es decir, son aperturas a través de las cuales se eliminan todas aquellas impurezas de nuestra piel como sustancias extrañas, toxinas y desechos, pero a su vez también sirven para absorber nutrientes externos. Estos poros de la piel corresponden a los orificios de salida de las glándulas sudoríparas, las glándulas seborreicas y los folículos capilares. Además, juegan un papel fundamental de cara a regular la temperatura corporal y la hidratación de la piel.
Aunque no existe un tamaño establecido de cuanto debe medir un poro, suele estar determinado por la genética, pero también hay factores como el fotoenvejecimiento o la piel grasa entre otros que provocan que su tamaño sea mayor, especialmente el de aquellos que se encuentran en nariz y rostro.
Este hecho del aumento de tamaño de los poros se puede observar en mayor medida en los meses de verano, momento en el que las temperaturas aumentan, hecho que provoca que la actividad de las glándulas sebáceas entre en aumento también. A esto se le suma una mayor exposición al sol, el cual emite rayos UV los cuales producen pigmentos de melanina, dando esta como resultado una piel oscura y bronceada.
Todo este calor mencionado provoca que los poros estén más abiertos, expuestos así a su propia obstrucción debido a la grasa y a la suciedad. Cabe destacar que este hecho de poro dilatado es más frecuente en la zona T (frente, nariz, los lados de la nariz y toda la zona alrededor de la boca) debido a que son aquellas zonas que tienen mayor número de glándulas, especialmente sebáceas.
Además, la humedad también es un factor que afecta en gran medida a la piel y es que provoca que la piel grasa lo sea aún más y la piel seca sea más áspera y escamosa.
Todo ello, es el caldo de cultivo para que aparezcan marcas de acné, arrugas, envejecimiento de la piel e hiperpigmentación.
Como hemos visto, el verano es un momento en el que lo poros se encuentran más dilatados, pero no solamente el aumento de las temperaturas es lo que provoca la dilatación de los mismos, sino que la producción excesiva por herencia genética, una mala alimentación, una mala calidad de la piel así como la contaminación entre otros, provocan que los poros se dilaten.
Una vez sabemos los motivos parece más fácil prevenir que el poro se dilate. Algunos de los factores que pueden ayudar a retrasar la aparición de poros dilatados o evitar que se agranden en exceso son:
La limpieza continuada de la piel y por tanto de los propios poros, es fundamental de cara a evitar un aumento de tamaño de estos.
La limpieza mencionada, debe ir acompañada de una disminución de uso de productos cosméticos que contengan componentes oclusivos ya que estos provocan que los poros se rellenen y por tanto se mantengan abiertos, dilatados. Es más, suele ocurrir que las personas que padecen este problema de poros dilatados no tienen que utilizar este tipo de productos oleosos ya que la propia piel ya lo segrega.
Es fundamental que la piel esté hidratada, porque, aunque vimos que una piel grasa provoca poros dilatados, una piel seca y deshidratada también provoca el aumento de tamaño de los poros para así poder absorber el agua del exterior.
De cara a tener una piel en perfecto estado, dormir las horas necesarias descansando correctamente es vital, ya que una piel cansada y estresada suele estar más desequilibrada y suele tener una apariencia de poro dilatado.
Evitar el humo y el tabaco principalmente. El tabaco provoca el envejecimiento de la piel, pérdida de elasticidad de la misma, la ensucia y provoca la obstrucción de los poros, por tanto, impide la salida del sebo, haciendo que el problema se agrave y que tras la dilatación de los poros, posteriormente no se vuelvan a cerrar como antes.
Es necesario evitar los tratamientos que van a dilatar más el poro, como por ejemplo los baños directos de vapor en la cara, ya que, aunque bien es cierto que es de gran utilidad para eliminar impurezas, no funciona como remedio para reducir el tamaño de los poros y acabar con el problema de dilatación de los mismos.